Recomendaciones

Como se ha insistido, en los trastornos alimentarios es muy importante estar al pendiente de los comportamientos  alimentarios de los hijos y alumnos;  en el caso de los padres, si se sospecha  que alguno de ellos padece este trastorno, lo primero será acudir a un médico que evalué la situación médica general del enfermo para descartar que se trate de efectos m secundarios de un medicamento, etc.

Se sugiere además, cuidar la ingesta de líquidos. Se sabe que el ser humano puede eliminar a través del riñón de 10 a 14 ml por minuto (600-840 ml/hora); por lo tanto, no se debería superar ese limite. Una manera práctica de calcular la cantidad de líquidos que se necesitan beber al día considera que por cada 1,000 calorías consumidas se debe ingerir un litro de agua. Así, por ejemplo, si una persona tiene una dieta de 2,000 calorías diarias, tendría que tomar dos litros de agua al día.

Otra consideración importante es que si está expuesto al calor y si hace ejercicio o se practica algún deporte intensivo, la ingesta de líquidos debe ser mayor. Incluso hay quienes necesitan no solo un consumo mayor de líquidos, sino también importa la calidad de éstos, pues los nutrientes que necesita su organismo son mayores debido a la alta exigencia.

Para el tratamiento de la Potomanía, el diagnostico es muy importante. Se requiere de un diagnostico diferencial, pues podría confundirse con una diabetes insípida (una enfermedad en que la falta de la hormona antidiurética que controla la perdida del líquido, hace que se orine mucho y es necesario que se ingiera grandes cantidades de agua). Además, no puede diagnosticarse como Potomanía el beber cuatro o cinco litros diarios de agua durante el verano, pues hay una mayor pérdida de líquidos.

Por esta razón resulta muy importante la consulta con un endocrinólogo con el fin de que éste descarte cualquier trastorno hormonal u otra patología  que afecte al área del hipotálamo, donde se encuentra el centro que regula la sed.

Una vez diagnosticada la Potomanía, el tratamiento variará de acuerdo con la causa que la origina, pero cualquiera que ésta sea, lo primero será restringir al paciente su consumo de líquidos a un litro y medio diario. Algunos médicos prescriben un diurético para aumentar la excreción de agua por parte de los riñones, aumentando el aporte de sodio en poco líquido y contrarrestar la hiponatrenia. Si luego de la valoración médica se considera que es un fármaco el que genera este trastorno en un paciente, el médico deberá impartir paralelamente medicación y terapia al afectado.

Finalmente, se recomienda seguir el tratamiento tal y como lo indican los especialistas, pues de la constancia dependerá el resultado de éste.